Más información, más educación, otra investigación

Ponencia de: Juan Carlos Martínez Coll


Resumen

Se propone como objetivo social prioritario el aumento de la información y la educación de todos los individuos de todas las edades en todos los países. Las informaciones en forma de capital humano, tecnológico o logístico son la clave del desarrollo y la riqueza. Es necesario volver a asignar la máxima prioridad a los proyectos educativos en los programas de reforma social y de desarrollo económico.

Por otra parte, la investigación debe ser reformada en dos sentidos: a) facilitando el acceso a sus resultados a todos los ciudadanos del mundo y b) estimulando que todos los individuos participen en los procesos de innovación e investigación aplicada a su entorno tecnológico y cultural.

Abstract

The increase of the information and the education of all the individuals of all the ages in all the countries is proposed here as a social objective of the highest-priority. The information -in the form of human, technological or logistic capital- is the key of the development and the social wealth. It is necessary to return to assign the highest priority to the educative projects in the programs for social reform and economic development.

On the other hand, the investigation must be reformed in two ways: a) facilitating the access to its results to all the citizens in the world and b) stimulating that all the individuals participate in the processes of innovation and applied investigation to their technological and cultural surroundings.

Résumé

On propose ici l'augmentation d'information et d'éducation de tous les individus de tous les âges de tous les pays comme objectif social de la haut priorité. L'information - sous le forme de capital humain, technologique ou logistique, est la clef du développement et de la richesse sociale. Il est nécessaire de réassigner la plus élevée priorité aux projets éducatifs dans les programmes pour la réforme sociale et le développement économique.

D'autre part, la recherche doit être reformée de deux manières : a) faciliter l'accès à ses résultats à tous les citoyens dans le monde et b) stimulant que tous les individus participent aux processus de l'innovation et de la recherche appliquée à leurs environnements technologiques et culturels.

1 Más información

La información que acumula es ser humano es lo que le da su valor. La información que poseemos es lo que nos hace ser humanos y diferentes a los animales. La información satisface nuestras necesidades. La información aumenta nuestra capacidad de producir. La información nos da fuerza y nos capacita para resistirnos al poder de la arbitrariedad. Todo lo que necesitamos es información.

Todos los trabajadores son valorados por la formación que tienen, es decir, por la información que poseen. Su capacidad productiva, su capacidad de satisfacer las necesidades de los clientes de su empresa, de los jefes de su empresa y de los compañeros de su empresa, está basada en la información que poseen.
Todos los políticos y burócratas son también valorados por la información que poseen. Su capacidad de adoptar decisiones correctas, de organizar el grupo social sobre el que pueden adoptar decisiones, depende exclusivamente de su formación y de la calidad y cantidad de información de que dispongan.

La educación, consiste en preparar al individuo (formar su mente) para que sea capaz de asimilar más información, de acumularla de forma organizada, de manipularla, reproducirla y transmitirla. Cuanto más educados sean los miembros de una sociedad, mejor organizada estará y más capacidad productiva tendrá. Si observamos la historia podemos identificar todas las fases de brillantez y expansión económica y social con fases de democratización de la educación y las fases de decadencia y oscuridad con las épocas de persecución y represión de la cultura, con las épocas en las que se pretendía reservar la educación a una élite. En los siglos pasados hubo muchos pensadores conscientes de que el progreso consistía fundamentalmente en el acceso de la población a una cada vez mejor educación. En el siglo XIX todos los partidos políticos, fuese cual fuese su ideología, ponían en una parte destacada de sus programas la ampliación de la educación.

El acervo de informaciones acumulado por la humanidad es un patrimonio común. Pero el derecho a acceder a esas informaciones carece de sentido para los individuos que no están capacitados para asimilarlas. Educación para todos, sea cual sea su lugar en el mundo, sigue siendo una reivindicación progresista, la más progresista. Resulta sorprendente que ahora sea un objetivo muy secundario en los programas políticos de los países desarrollados o en los programas económicos de ayuda al desarrollo.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han bajado el coste de producir, manejar y transmitir información; han bajado de forma espectacular el coste de la educación. A la vez, estas nuevas tecnologías han servido para poner en evidencia el valor de la información y la necesidad de que todos los seres humanos, sea cual sea su puesto y su papel en la sociedad, reciban durante toda su vida más información, de más calidad y más ajustada a sus intereses y necesidades. Es posible el surgimiento de una “sociedad del aprendizaje de todos durante toda la vida”. La educación debe volver a ser objetivo prioritario en todas las sociedades humanas.

2 Más educación

En efecto, los reformadores sociales anteriores al siglo veinte insistían continuamente en la necesidad de construir un sistema de enseñanza gratuito y accesible a todos los ciudadanos. Es posible que el esfuerzo educativo que se realizó en los siglos pasados haya sido la causa básica, la causa de las causas, que ha permitido los desarrollos tecnológicos y logísticos que hoy son la principal riqueza de la humanidad. Pero una gran parte de la humanidad sigue prisionera del círculo vicioso de incultura-pobreza. La diferencia entre países ricos y pobres está asociada con la desigual distribución de la educación en forma que no puede decirse cuál es causa y cuál consecuencia, si la pobreza o la falta de educación.

Por otra parte, hay quien piensa que los sistemas de educación vigentes actualmente en los países más ricos son la culminación de las aspiraciones sociales en materia educativa y que solo requieren ser mantenidos o retocados. Por el contrario, el análisis de los problemas de las sociedades más desarrolladas nos hace comprender que lo que necesitan es una reforma profunda que permita mucha mayor formación para todos.

En los países menos desarrollados las tasas de analfabetismo siguen siendo altísimas. Esa situación deja a la sociedad civil en una posición de debilidad que no permite resistir u oponerse de forma eficaz a regímenes autoritarios en los que el poder es obtenido por personas de mediocre cultura y pocos escrúpulos para ejercer la violencia.

En los países en desarrollo y de desarrollo medio, aunque se hayan conseguido avances en los índices de alfabetización, el nivel de educación medio sigue siendo muy bajo lo que parece estar asociado a la indefensión ante las prácticas generalizadas de corrupción y engaño. La gran corrupción de los poderosos y la pequeña corrupción cotidiana, se justifican mutuamente y forman un sistema único asociado a la falta de cultura de unos y otros. La formación en valores y estrategias sociales a largo plazo, y en general, la educación y la información transparente, son las bases sólidas que permiten construir una sociedad eficaz.

En los países más desarrollados, aunque haya desaparecido el analfabetismo, una gran parte de la población sigue teniendo un nivel de estudios muy bajo lo que limita su capacidad de crítica y permite a los grupos que controlan los medios de comunicación el control de la atención social y la manipulación de los intereses de los ciudadanos. La programación de los canales de televisión de los países desarrollados evidencia los límites culturales de sus ciudadanos.

Sea cual sea el grado de desarrollo económico, social y educativo de un país, la reivindicación de más educación sigue siendo crucial para
- estimular el desarrollo y crecimiento económico
- permitir la profundización en el respeto a los derechos humanos y la democracia
- potenciar la riqueza y la calidad de vida individual y social

Las inversiones en educación son inversiones a largo plazo; hacen falta decenios para conseguir los objetivos que se persiguen; nunca se cubrirán totalmente esos objetivos ya que siempre se necesitará más educación. La racionalidad individual, la racionalidad financiera desalienta las inversiones en educación. El individuo no desea conocer lo que ignora por lo que su demanda consciente de formación está siempre por debajo de sus necesidades reales. Las instituciones de mercado pueden satisfacer las demandas individuales de información, pero no las necesidades sociales de educación y formación. Sólo la presión social y los mecanismos de estado son estímulos válidos para la educación.

Es necesario que aumente la presión social, la presión pública para que todos los gobiernos del mundo aumenten sus esfuerzos educativos y para que la ayuda al tercer mundo superando el tipo de ayuda “de urgencia” pase a ser una ayuda de estímulo del desarrollo a largo plazo, con un fuerte componente de apoyo al sistema educativo.

Aumentar el esfuerzo público en el sistema educativo implica
- Mejorar las infraestructuras de enseñanza. Facilitar el acceso a la formación. En los países más atrasados esto significa construir más escuelas, dotarlas de mobiliario y de libros. En los países más desarrollados significa que todos los alumnos dispongan de los medios más avanzados para ampliar sus conocimientos y adquirir formación teórica y práctica.
- Disminuir el número de alumnos por profesor en todos los niveles de enseñanza, en todos los países del mundo.
- Mejorar la calidad y la preparación del profesorado así como su reconocimiento social.
- Complementar los sistemas de enseñanza reglada para permitir y estimular la formación continua durante toda la vida de todos ciudadanos.

3 Democratizar la investigación.

La investigación consiste en obtener y elaborar informaciones nuevas a partir de informaciones pre-existentes. No es posible ninguna forma de investigación que no esté fundamentada en el acervo de información que ha acumulado la humanidad a lo largo de milenios. El desarrollo de la sociedad y la solución de todos sus problemas económicos y sociales requieren más investigación y que sus resultados se pongan al servicio del desarrollo de todos los seres humanos.

En estos momentos hay una profunda discusión a nivel planetario sobre los derechos de propiedad intelectual y las patentes en la que están implicados todos los países y muchas organizaciones internacionales.

De forma sorprendente, la legislación de algunos países permite que el que añada un eslabón más a una cadena de conocimientos, pueda limitar el uso de toda la cadena o impedir que otros la completen de forma similar. Es como si el que pone el último escalón se convirtiese en propietario de toda la escalera. En algunos casos son investigaciones financiadas con dinero público las que son objeto de apropiación privada. El tema es especialmente grave en la investigación farmacéutica en enfermedades mortales que afectan a millones de ciudadanos.

Ciertamente, el trabajador intelectual tiene que ser retribuido y los descubrimientos importantes deben ser estimulados y premiados. El sistema de patentes “limitado en el tiempo” ha demostrado ser una forma eficaz de estimular la investigación en algunos temas de interés común y premiar así la creación de informaciones nuevas que pasarán a ser propiedad común al cumplirse el plazo de vigencia del derecho. Pero los intereses de la sociedad en su conjunto, y los de los países más pobres especialmente, se están resintiendo de que esos plazos se estén prolongando cada vez más y de que los derechos se estén extendiendo a temas más amplios y de forma generalizada.

Por otra parte, la búsqueda de nuevas informaciones en sus diversas formas - tecnológica, logística y simbólica - es accesible a todos los seres humanos. Sea cual sea la posición que ocupe un individuo en el sistema social, está capacitado para proponer innovaciones en los instrumentos que utiliza a diario y en la forma de organizar su actividad productiva y social.

Hay que desacralizar la investigación. Investigar no es solo la actividad que realizan seres superdotados en sofisticados laboratorios. Investigar es también cualquier experimentación de nuevas ideas, de nuevas formas tecnológicas, logísticas o simbólicas, es experimentar cualquier mejora potencial en nuestra productividad o en nuestra calidad de vida.

La sociedad debe reconocer el derecho de todo individuo a investigar, a crear información nueva, a proponer innovaciones en su entorno, innovaciones tecnológicas, organizativas y simbólicas. Debe facilitarse y estimularse que todos los humanos participen en la creación del acervo de conocimiento común. El reconocimiento de ese derecho será a la vez un estímulo para buscar una mayor formación individual y el punto de partida de un círculo virtuoso en el que cada humano será cada vez más rico en información y más capaz de producir informaciones para los demás.

Todas las empresas que estimulan la participación de sus trabajadores en el diseño tecnológico y logístico de sus productos son más eficaces cualquiera que sea el instrumento de medida de la eficacia. Las teorías y estrategias más avanzadas del management de empresas y gestión de recursos humanos insisten cada vez más en la necesidad de involucrar a todos y cada uno de los trabajadores en el proceso de innovación, en facilitar los flujos de información internos de forma que cada trabajador reciba más información sobre el todo y las partes de la empresa y a la vez tenga medios y encuentre estímulo para comunicarse y emitir opiniones y propuestas hacia sus compañeros y hacia los gestores.

De igual forma y por las mismas razones, toda la sociedad se beneficiará de una permanente mejora si todos sus miembros están directamente involucrados en la innovación. Eso implica mucha más educación y capacidad crítica, pero requiere también un cambio de valores, nuevos modelos en los que el ciudadano no sea un mero consumidor, un mero receptor de espectáculos televisivos.